Wednesday, April 02, 2008

El espejo infinito


Miro mi mano
pero no veo un anillo de ámbar y plata:
veo el momento en que,
en una tarde montañosa y de lluvia
regateé un precio por él.
Veo a un señor que apenas
habla español, que apenas me entiende,
tratando de vender y de razonar conmigo
sobre un precio justo para él,
atractivo para mí.
Veo un paisaje desconocido hasta entonces,
olvidado casi ahora.
Me veo a mí misma
pensando en las propiedades curativas
del ámbar,
en la simpleza y elegancia de la plata,
en los que, bajo tierra,
ganan unos centavos para
que yo,
en este minuto,
tenga un anillo en mi mano.
Otros verán mis palabras,
tal vez la mano, el anillo.
Me verán escribiendo este poema
desde el que los veo leyéndome.
Otros verán lo que he visto
pero el espejo no refleja nunca
la realidad.